Tumblr

7 de septiembre de 2012

9:23


¿Qué hora sería? Una hora en la que cualquier cosa era mejor que leer sobre las relaciones comerciales marítimas de la época colonial, porque sí, es interesante, pero simplemente no es la hora indicada. Quizá y sería la hora de cambiarme el nombre por alguno que de verdad me gustara o de volver a poner ese disco de Shirley Bassey que sería la tendencia de este septiembre dosmildoce, o mejor pasaba esta hora teniendo una conversación con una señora mística y educada que hablara en tono mezzopiano que fuera así:

-Querida, si hay algo que me encantaría recomendarle a todas las chicas como tú, es que no vale la pena gastar ni un segundo en transportar Televisa a la vida real.
-¿Ah sí?... ¿Por qué?
-Porque provocan arrugas como estas que están aquí, junto a las comisuras labiales.
-Considero que se le ven hermosas, parece usted sacada de un Quentin Matsys.
-No me agrada el arte flamenco.
-¿En qué gastaré mi tiempo libre entonces? Algunos fines de semana, a falta de algo en que ocupar mi mente, suelo enamorarme porque sí.
-Espero que esos enamoramientos aparte de fugaces, no sean por un ser humano. Enamorate entonces de los vestidos viejos y del agua caliente, o de un simple paraguas de buena calidad, como esos que tanto cuesta encontrar.

La conversación finalizaría porque la dama desaparece súbitamente pero su rostro no se borra de mi mente, como una moneda en el vaho de un espejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario